Crianza Montessori

Como ya estarás cansado de leer, la metodología Montessori se caracteriza por promover la independencia y autonomía de los niños en cuanto a su aprendizaje y formación se refiere. Los adultos que se encargan de la educación de los niños deben proporcionar un ambiente tal que permita que ellos puedan adaptarse fácilmente y desarrollar todo su potencial a través del juego y la interacción libre y autónoma con el entorno que le rodea. 

La crianza Respetuosa Montessori tiene mucho que ver con aquella educación arcaica que recibieron nuestros antecesores (o tú mismo) basada en la comparación, la crítica, la amenaza y el castigo. En muchas ocasiones se hacía muy duro para los niños explorar y descubrir por sí mismos el mundo que les rodeaba por miedo a ser castigados o golpeados. La energía propia de los niños les  empuja a expresar sus sentimientos y, en muchas ocasiones, la frustración, la ira o el resentimiento forman parte de la ecuación. Por esta razón los padres y educadores deben estar preparados para proporcionar la autoridad medida, aplicar las consecuencias propias de desobedecer o encontrar soluciones que les permitan aprender y evolucionar juntamente con ellos. 

La observación y el acompañamiento en este proceso se torna vital para ganarnos su confianza, basar nuestra relación en el respeto y poder disfrutar de su infancia con alegría y felicidad. Para ello, preparar el ambiente en casa, con los materiales y recursos adecuados a su etapa de vida, marcar rutinas y establecer pautas flexibles les genera orden y estabilidad. La consciencia se desarrolla en base a todos estos preceptos, pero más específicamente, cuando se da el desarrollo emocional (proporciona equilibrio).

En resumen, para poder aplicar una Crianza Respetuosa basada en Montessori debes seguir estos principios básicos:

• El niño es una mente absorbente. Adecúa su ambiente.
• Divide su espacio en diferentes áreas de aprendizaje: vida práctica, sensorial, lenguaje, matemáticas y cultura. 
• Periodo de interés especial. Facilita los recursos que precise cuando el interés por algo aparezca, pues esta en un periodo sensitivo.
• Adaptación progresiva. Conforme pasa el tiempo el niño alcanza los estándares aceptados por la metodología Montessori.
• El ambiente es esencial; tanto el lugar como las personas con quienes se relaciona.
• Respeta el ritmo de aprendizaje que él marque; no intervengas ni obstaculices sus intereses. 
• Favorece el pensamiento autónomo; guíale, pero no le marques el ritmo. 
• Rodea al niño de materiales Montessori, para que él escoja libremente qué desea explorar. 
• Te recomiendo que uses las Linternas Proyector de cuentos a la hora de acostarle. Es una herramienta pedagógica y entretenida para esos momentos de agitación donde tu pequeño está inquieto, para que su nivel de energía disminuya y se concentre en las luces proyectadas en el techo. No tienes por qué explicar nada. Es su momento.