Bienvenidos a EL hábito fantástico, en este artículo hablaremos sobre alimentación infantil. Cuando hablamos con padres, madres o trabajadores de comedores infantiles, muchos dicen que los niños no comen nada. Sin embargo, si los niños tienen la energía que tienen, ¡algo deben estar comiendo! ¿Pero qué comen? Pues, en general, lo que les gusta.
Si haces partícipe al niño en la preparación de la comida, raro es que no coma, ya que se implica en el proceso. Desde el momento de la compra, puedes decir: «Mamá, chicos, hoy es domingo, tenemos tiempo para hacer nuestra comida juntos, ¡vamos a ver qué tenemos en la nevera! ¡Tenemos lechuga, calabacín, pasta, pollo, tofu y un montón de cosas más! ¿Qué quieren comer?»
Los niños eligen lo que van a comer y el adulto sabe qué pasos son necesarios a la hora de preparar la comida. El adulto elige quién hace cada parte, lo que permite al niño sentirse partícipe de la elección y elaboración de la comida.
Cuando un niño elabora algo que le gusta y lo comparten con otras personas, se siente más seguro de sí mismo. Si algo sale mal, el niño aprende a aceptar el error con más facilidad. Los niños también aprenden a hacer la comida más sabrosa, descubriendo qué les gusta y qué no.
Para empezar este proceso de involucrar a los niños en la preparación de la comida, es recomendable hacerlo poco a poco. Si un niño nunca antes ha estado en la cocina, ¡no lo hagas limpiar patatas de repente! Empieza por tareas más sencillas y deja que el niño se sienta cómodo. Poco a poco, podrás ir sumando más tareas en el proceso de elaboración de la comida.
Gracias a la preparación conjunta de la comida, los niños comen mejor y toda la familia, incluyéndolos a ellos, se involucra en el proceso. Además, podéis compartir la tarea de poner la mesa, fregar los platos o colocarlos en el lavavajillas. La preparación de comida se convierte en un momento de la familia en el que todos están implicados.
Si ya utilizas esta técnica en tu hogar, ¡comparte tus experiencias con nosotros! Esperamos haberte ayudado a entender cómo involucrar a los niños en la preparación de la comida. ¡Nos vemos en el próximo artículo de EL hábito fantástico!