¡Hola a todos y bienvenidos! En este artículo, El Hábito Fantástico va a hablar sobre las rabietas y pataletas en niños, que son comunes en cualquier época del año. Cuando se producen situaciones cotidianas en casa o en el aula, como la transición del verano al inicio del curso o la vuelta de las vacaciones navideñas, estos comportamientos pueden aparecer. Por ello, es importante hablar sobre cómo gestionar estas situaciones.
La gestión típica de las rabietas y pataletas
Uno de los errores más comunes que cometen los adultos al tratar estos comportamientos es responder con la misma actitud que los niños están mostrando. Gritando aún más fuerte o perdiendo los estribos, no estamos educando ni dando ejemplo de algo que queremos conseguir, que es la tranquilidad. Al contrario, estamos enseñando al niño que para conseguir lo que quiere, debe gritar aún más fuerte. Pero esto no es beneficioso en absoluto y solo empeora la situación.
En lugar de eso, debemos gestionar las rabietas y pataletas desde la tranquilidad, la armonía y la paz. Si respondemos con gritos, solo empeorará la situación. En cambio, si hablamos y transmitimos empatía y escuchamos lo que el niño tiene que decir, podremos entender mejor el problema.
Dos soluciones para gestionar las rabietas y pataletas
Hay dos soluciones que podemos aplicar. La primera es que si es posible, dialoguemos con los niños en el momento de la rabieta. Así, podemos entender mejor el problema en su totalidad, conocer su causa y, en su caso, poder solucionar el problema antes de que la situación empeore.
Si la situación ya se ha repetido varias veces, no será posible entender la causa exacta. En este caso, nosotros como adultos debemos buscar situaciones que pueden disparar la rabieta. Por ejemplo, si sabemos que los lunes uno de nuestros hijos tiene que fregar los platos, pero está enfadado porque ha salido un examen mal, en ese momento debemos ser claros y firmes, recordarle lo que debe hacer y las consecuencias de no hacerlo. Ser claro y firme en estas situaciones es fundamental para prevenir que la rabieta se propague.
¿Qué otras soluciones tenéis para gestionar las rabietas?
Esperamos que estas soluciones os hayan sido de ayuda, pero queremos saber más sobre cómo gestionáis las rabietas y pataletas en vuestras casas y aulas. Si tenéis algún consejo más, compartidlo con nosotros en los comentarios, ¡nos encantará leerlos! Y recordad, la paciencia y el diálogo son clave para resolver estas situaciones.