AWIN:

Hola y bienvenidos a Algodón de Sol, en este artículo de hoy te voy a hablar de EL hábito fantástico de ser un Guía Montessori. Cuando Maria Montessori desarrolló su método educativo, no solo creó el método educativo en sí, también desarrolló aspectos igual de importantes, como el ambiente preparado del cual hemos hablado en otros momentos del canal, y la figura del Guía Montessori, sus responsabilidades y roles dentro del aula.

¿Qué es el Guía Montessori?

El Guía Montessori cumple con el rol de orientador, guía y acompañante para que los alumnos desarrollen todo su potencial. La tarea más importante del Guía Montessori es la de preparar correcta y adecuadamente el ambiente montessori, el ambiente preparado donde el niño va a desarrollar todas sus habilidades, llevar a cabo su autoeducación y desarrollar su potencial.

El ambiente preparado ha de transmitir seguridad, orden, fomentar la creatividad y ser nutritivo y estimulante, como te he explicado en otros momentos a lo largo del canal.

Para preparar el ambiente Montessori súper importante contar con la preparación consciente de la persona encargada de hacerlo. La persona que prepara el ambiente debe ser una persona preparada a conciencia para ello, y por lo tanto, un Guía Montessori debe preparar de la mejor de las maneras este ambiente nutritivo que propicie el desarrollo de los niños y niñas.

La observación científica y objetiva

Otra de las habilidades primordiales del Guía Montessori es ser un gran observador. Esta observación debe ser científica y objetiva, para poder conocer en qué punto de desarrollo se encuentran los alumnos, que materiales y áreas de conocimiento les interesan más en ese momento. Gracias a esta observación es que le podemos ofrecer al niño o niña el material que requiere para alcanzar sus metas obteniendo así resultados más exitosos.

El alumno en el centro

Un Guía Montessori debe entender que el rol dentro del aula no parte de ser el centro del aprendizaje y transmisor de conocimiento sino, que el alumno es el centro, y los guías cumplen con el rol de preparar el ambiente y facilitar el acceso al conocimiento a través de herramientas Montessori que les permitan la autoeducación a su propio tiempo.

Recordemos que los Guías Montessori no transmiten el conocimiento, sino que atienden a las necesidades e intereses de los alumnos y, en base a la observación científica y objetiva que realizan, ofrecen aquellas herramientas que van a ayudarle a alcanzar su propio conocimiento.

Transformación espiritual del adulto

Una de las grandes labores importantes que ha de realizar un Guía Montessori para desarrollarse integralmente es lo que Maria Montessori llamaba la transformación espiritual del adulto. Esta transformación implica en cada adulto que es docente, Guía Montessori, una labor de evolución personal, autoconocimiento y de mejora continua. Con esta introspección, podemos detectar cuáles son nuestros puntos de mejora, cuáles son nuestros puntos fuertes y ver todos esos aspectos que nos hacen a nosotros como personas individuales y como profesionales que afectan directamente al día a día del aula y también al aprendizaje de cada uno de los niños.

Si nosotros no nos conocemos a nosotros mismos y nuestros propios defectos, no podemos atender a cada niño de la mejor de las maneras. Al conocer nuestros puntos débiles, podemos solucionarlos y ser mucho más eficientes en el acompañamiento al niño.

Características comunes de los Guías Montessori

Los Guías Montessori tenemos puntos de vista y experiencias en común. Una de estas experiencias es tener un gran interés en el aprendizaje, desde temas que van desde la geografía, economía, historia, cultura hasta el aprendizaje de lenguas extranjeras. Vemos la grandeza en cada niño y confiamos en que todos pueden alcanzar su máximo potencial.

Otra característica común es nuestra voluntad de mejorar día a día. Esta voluntad implica el compromiso en nuestra transformación espiritual para ser mejores guías Montessori. Somos humildes, sabemos escuchar, no imponemos, servimos como ejemplo y somos personas activas y comprometidas con los niños dentro y fuera del aula.

En resumen, ser un Guía Montessori es un gran compromiso y reto diario que exige una transformación espiritual y una labor de mejora continua para acompañar a los niños en su autoeducación y desarrollo personal. Si eres Guía Montessori, házmelo saber en los comentarios, estaré encantada de conocer nuevos colegas y conocer su visión y perspectiva sobre el hábito fantástico del Guía Montessori.

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