¡Hola y bienvenidos a EL hábito fantástico! Soy Ana Isabel y en el artículo de hoy profundizaremos en técnicas de estudio para acompañar a nuestros niños y adolescentes de manera efectiva y adaptada.
Conocer a los niños
Para brindar una educación personalizada, es fundamental que nos preguntemos: ¿Conozco realmente a los niños con los que trabajo? ¿O simplemente les enseño de la misma forma en que yo aprendí? Observar y entender la manera en que se expresa, se mueve, se comporta, siente y recuerda cada niño es clave para adaptar la enseñanza a sus necesidades.
Por lo tanto, es importante prestar atención tanto a los niños como a nosotros mismos. ¿Les estamos diciendo cómo hacer las cosas simplemente porque funcionó para nosotros? En ese caso, es momento de cambiar de enfoque y poner esfuerzo en conocer a los niños con los que interactuamos para brindarles una educación personalizada.
Inteligencias múltiples
Es fundamental conocer las inteligencias múltiples de cada niño para adecuar el aprendizaje a sus necesidades y fortalezas. Estas son algunas:
- Inteligencia musical-corporal: niños que conectan mucho con la música y el movimiento.
- Inteligencia cinestésica: niños que necesitan movimiento para aprender.
- Inteligencia interpersonal: niños que saben interactuar mucho con los demás.
- Inteligencia lógico-verbal: niños que tienen facilidad para hablar y desarrollar textos y análisis matemático.
- Inteligencia naturalista: niños con afinidad por la naturaleza y el conocimiento relacionado.
- Inteligencia intrapersonal: conocimiento sobre uno mismo.
- Inteligencia visual-espacial: personas que recuerdan bien mediante imágenes.
Observando cómo cada niño se relaciona con el conocimiento, el mundo y los demás, podremos adecuar la enseñanza a sus necesidades y potenciar su aprendizaje de manera efectiva y personalizada.
Reflexión personal
Para finalizar, te invito a preguntarte: ¿cuál es la inteligencia que predomina en ti? ¿Cómo te relacionas con el conocimiento, los demás y el mundo? Reflexionar sobre esto nos ayudará a entender nuestras fortalezas y necesidades en el aprendizaje y en nuestras interacciones con los demás.