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Bienvenidos al mundo de Solís. En este artículo hablaremos sobre cómo acompañar a los niños en la gestión de sus emociones. Todos somos seres emocionales, pero la gestión emocional no es algo innato, sino que se aprende, se adquiere y se integra. Los adultos también necesitamos aprender a gestionar las emociones. Si los adultos a nuestro alrededor no saben hacerlo, ¿cómo esperamos que los niños lo hagan?

Aprender a gestionar las emociones nos permite vivir más en paz y en armonía, lo que nos hace sentir más felices. No significa que nunca volveremos a sentir ira, rencor o enfado, sino que estaremos en mejor capacidad de lidiar con estas emociones.

Las emociones tanto positivas como negativas son necesarias para el desarrollo y crecimiento individual y comunitario. Entonces, ¿cómo podemos ayudar a los niños a gestionar sus emociones?

Reprimiendo emociones negativas

Reprimir las emociones y animar a los niños a hacer lo mismo no ayuda en la gestión emocional. Crea adultos emocionalmente reprimidos y empieza desde una edad temprana. En lugar de reprimir, podemos aceptar que todas las emociones son necesarias y pueden enseñarnos algo.

Pautas para guiar la gestión emocional de los niños

Para guiar a los niños en la gestión emocional, primero debemos aprender a gestionar nuestras propias emociones. Algunas pautas son:

Acompañar a los niños en la gestión emocional significa aceptar y no reprimir sus emociones. Cada niño tiene su método de expresión y gestión emocional. Debemos aprender a reconocer y aceptar sus emociones para ayudarlos a crecer emocionalmente saludables. Si tienes algún comentario sobre la gestión emocional en los niños, déjalo en los comentarios o envíanos un mensaje. ¡Sigamos aprendiendo y enseñando juntos!

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