¡Bienvenidos! Hoy les hablaremos sobre educación cósmica y la imaginación infantil. En la primera fase del desarrollo, la mente absorbente, los niños absorben todo lo que hay a su alrededor y comienzan a cuestionarse todo lo que ven y experimentan. En la segunda fase, la mente razonadora, los niños despiertan su interés por el espacio y el universo. Por lo tanto, es nuestra responsabilidad como educadores ofrecerles la oportunidad de explorar el universo a través de su imaginación.
La imaginación y su poder en el aprendizaje
La imaginación es una herramienta poderosa de conocimiento, junto con las manos, para un potencial de aprendizaje infinito. Con la imaginación, podemos imaginar cosas que no están a nuestro alcance pero que podemos llegar a desarrollar en nuestra mente para poder conocerlas mejor, comprenderlas y descubrirlas. La imaginación es la capacidad que tiene nuestra mente de reproducir aquello que no conoce, una gran habilidad mental creativa.
Imaginación y abstracción
La imaginación es posible gracias a la capacidad de abstracción y comienza a partir de los 6 años. La capacidad de abstracción nos permite trasladar todas las experiencias que hemos vivido y dejarlas grabadas en nuestra mente en forma de imágenes. Después, utilizamos esas imágenes para recrear o crear nuevas situaciones.
La fantasía y su relación con la educación cósmica
La fantasía es la capacidad que tienen los niños de crear a partir de lo que conocen, de lo que han vivido ese día y las cosas que les han ocurrido. En la educación cósmica, ofrecemos historias y cuentos como la historia de la creación del universo y de la vida para alimentar la imaginación de los niños y generar interés en ellos para profundizar en el conocimiento.
La responsabilidad de los educadores
Los días Montessori en el área de la educación cósmica somos grandes cuentacuentos que ayudamos a la imaginación de los niños tocándoles la mente y creando las impresiones necesarias para que a partir de esas historias se genere un interés en ellos que les mueve a querer profundizar sobre ese conocimiento que les hemos proporcionado. La imaginación es la clave para generar su sed de conocimiento y permitirles desarrollar sus propias creatividades y nuevos aprendizajes.
Conclusiones
El objetivo primero de la educación cósmica no es que el niño memorice, sino generar en el niño las ganas de aprender sobre todas aquellas historias que les estamos contando y que tocan en lo más profundo de su ser. Debemos alimentar su imaginación, darles impresiones de realidad para que a partir de esas impresiones vuele su mente y creen nuevas realidades para descubrir más sobre el conocimiento.
En definitiva, la imaginación y la fantasía son herramientas fundamentales en el aprendizaje infantil, y es nuestra responsabilidad como educadores ofrecer a los niños la oportunidad de explorar el universo a través de su imaginación y alimentar su curiosidad para descubrir nuevos aprendizajes a través de sus propias abstracciones y creatividades.