Bienvenidos a El hábito Fantástico. En este artículo hablaremos acerca del hábito fantástico, la letra ligada versus la letra de imprenta. Este es uno de los grandes debates en la educación. ¿Por qué? Muchos educadores piensan que si todos escribimos y leemos en letra de imprenta, ¿por qué debemos enseñar a escribir en letra ligada? Aquí te explicaremos desde la perspectiva Montessori por qué tiene sentido que los niños aprendan primero la letra ligada.
Letra ligada
En la educación infantil, se les enseña a los niños a escribir con letra ligada, sin embargo, hay incoherencias en la educación tradicional. A los niños se les enseña a escribir con letra ligada, pero muchos textos a los que los niños tienen acceso, como sus primeras lecturas, las encuentran en letra de imprenta, lo que no favorece al aprendizaje de las letras ni a la lectura ni escritura ni a la grabación en la memoria de la relación sonido-símbolo.
El método Montessori recomienda que los niños usen la letra ligada hasta los nueve años. También sugiere que los textos y documentos a los que tengan acceso estén escritos en letra ligada para afianzar su aprendizaje.
Además, se recomienda que hagamos una transición muy gradual, por ejemplo, los ejercicios deben estar en letra ligada y los enunciados en letra de imprenta, hasta que todo sea en letra de imprenta. En cuanto a la escritura, los niños deben ir haciendo la transición de manera gradual y natural.
Beneficios de la letra ligada
Una de las ventajas de la letra ligada es que permite ligar los sonidos y muestra cómo los símbolos que representan esos sonidos también se están ligando para formar las palabras escritas que decimos de manera oral. Al mostrar esa conexión en los símbolos que representan nuestros sonidos desde la mano que los elabora hasta el cerebro, el cerebro puede codificar y decodificar esta información de manera más fácil.
Con la letra de imprenta hay cortes entre letra y letra, por lo que un cerebro que aún no está maduro y no tiene bien interiorizadas las letras, le resulta más difícil entender esta información. Además, hay muchas letras que se parecen, pero lo único que cambia es la orientación, creando confusión en la mente que no tiene todavía afianzado el conocimiento de las letras.
Conclusión
No se recomienda una letra sobre la otra, se sugiere las dos. Hay que ver qué es lo mejor para el niño y cómo se producirá mejor el aprendizaje. La neurociencia está validando muchas de las cosas que decía María Montessori, y se ha demostrado que la letra ligada favorece el aprendizaje de las palabras, las letras y los sonidos.
Se debe ayudar al niño en la transición y en el camino educativo hasta que de manera natural, la lectura y la escritura se realice interesada por las letras de imprenta. Lo único que podemos hacer como adultos es facilitarles este camino y tomar decisiones adecuadas para aplicarlas a nuestro trabajo con los niños.
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