La autoestima de los niños es fundamental para su desarrollo. Cada niño es único y necesita sentirse aceptado y querido incondicionalmente. Debe percibir que se le respeta y acepta su individualidad, aceptándolo tal y como es, y no como nos gustaría que fuera. En este artículo te voy a explicar 7 aspectos que se deben tener en cuenta para fomentar la autoestima de los niños:
1. Dedícales tiempo exclusivo en tus tareas cotidianas
Sabemos que la naturaleza de los niños es sentirse el centro de atención de las personas que ellos consideran importantes. Les gusta que le escuchen y que estén por ellos. Para dedicarles tiempo de calidad es importante tener en cuenta las siguientes estrategias:
- Transforma las actividades diarias en posibilidad de interacción con ellos.
- Pide su ayuda en tareas donde ellos se vean involucrados. Les generará autonomía y confianza.
- Inclúyelos en tus decisiones. Deja que elijan entre diferentes propuestas que tengan sentido.
- Explícales cómo es tu día y las situaciones que enfrentas. Esto hará que se sientan más cercanos a ti y aumentará su autoestima.
- Juega con ellos y adéntrate en sus juegos.
2. Dales responsabilidades acordes con su edad
Para fomentar el sentido de la responsabilidad en los niños, es recomendable empezar formándoles poco a poco en el compromiso. Intenta que desde pequeños se encarguen dentro de sus posibilidades de tareas como recoger su habitación, poner la mesa, organizar su mochila o maleta. Empieza por ponerles tareas sencillas e incrementa progresivamente las tareas, permitiendo que vayan acostumbrándose al uso de la responsabilidad. Es importante facilitarles los medios para que puedan cumplir con sus tareas y no ponerles tareas que no les corresponden.
3. No los compares
Los adultos tendemos a comparar a unos niños con otros, buscando motivarlos para que tomen como modelo a su hermano o a ese compañero de colegio. Sin embargo, esto crea envidias entre ellos y los hace rivales, dañando su autoestima, ya que no estamos valorando sus cualidades. Nunca compares a los niños, cada uno es especial dentro de su singularidad.
4. No les pongas etiquetas
Tenemos que tener mucho cuidado con las etiquetas que ponemos a los niños ya que pueden condicionar su carácter y personalidad. Las etiquetas pueden tener tanto poder en ellos que pueden llegar a creerse incapaces de hacer algo por el simple hecho de creerse lo que los demás dicen de ellos. Si un niño se porta mal no es un niño malo, quizás tenga algún problema emocional que deba solucionar. Si un niño le gusta estar solo, no tiene que ser raro, simplemente puede ser introvertido y le gusta disfrutar de la soledad. Si una niña quiere conseguir las cosas por sí misma sin ayuda, no tiene que ser cabezona, puede ser simplemente tenaz.
5. Valora el esfuerzo
La ley del esfuerzo es básica para que el ser humano desempeñe sus funciones de manera óptima en la vida. Para inculcar este valor, primero debemos dejar que los niños tomen responsabilidades acordes con su edad. También es importante ayudarles a marcar metas realistas, enseñarles con el ejemplo y dialogar con ellos para que comprendan el valor del esfuerzo.
6. Elogia en lugar de criticar
El elogio es una herramienta poderosa para favorecer la autoestima y educar las emociones de los niños. Debemos tener cuidado al utilizarlo, ya que si tratamos de dar a los niños expectativas desproporcionadas, podemos generar el efecto contrario. Debemos aplicar el elogio de manera oportuna y medida para conseguir potenciar la autoestima del niño.
7. No los sobreprotejas
La sobreprotección puede generar dificultades para que el niño desarrolle correctamente sus habilidades, les genera inseguridad, una personalidad dependiente y una constante insatisfacción que les impide aprender de sus errores. Debemos protegerlos, pero siempre debemos tener en cuenta dónde está la línea en la que ellos son autosuficientes y dejar que consigan sus logros por sí mismos o que se equivoquen y aprendan de ello.
Estos son los 7 aspectos que debemos tener en cuenta para fomentar la autoestima de los niños. Recuerda que cada niño es especial y necesita sentirse aceptado y querido incondicionalmente.